Nuevo marcador genético de Alzheimer
El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa devastadora, ha sido objeto de intensa investigación durante décadas. Recientemente, un estudio liderado por investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau y cuyos hallazgos se han publicado en la revista Nature Medicine, ha revelado hallazgos sobe la relación entre el gen APOE4 y el desarrollo de esta enfermedad.
Según este estudio, más del 95% de las personas mayores de 65 años que son homocigotas para el gen APOE4, es decir, que poseen dos copias del mismo, presentan características del Alzheimer o biomarcadores asociados con esta enfermedad. Este descubrimiento es significativo porque no solo indica un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, sino que también sugiere que la presencia de este gen duplicado puede anticipar la aparición de la enfermedad.
“Estos datos representan una reconceptualización de la enfermedad o de lo que significa ser homocigoto para el gen APOE4. Este gen se conoce desde hace más de 30 años y se sabía que estaba asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Pero ahora sabemos que prácticamente todos los individuos con este gen duplicado desarrollan la biología del Alzheimer. Esto es importante porque representan entre el 2 y el 3% de la población», ha destacado Juan Fortea, director de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital Sant Pau y director del estudio.
El estudio: La homocigosidad APOE4 representa una forma genética distinta de la enfermedad de Alzheimer
El gen APOE desempeña un papel crucial en el metabolismo de los lípidos, codificando para la apolipoproteína E, una molécula esencial en este proceso. Dentro de este gen, existen distintas variantes (alelos), siendo APOE3 la forma más común, mientras que APOE4 se asocia con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, y APOE2 con un riesgo reducido de esta enfermedad. Dado que cada individuo hereda dos copias del gen, una de cada progenitor, la combinación de alelos puede tener un impacto significativo en el riesgo de Alzheimer.
Para comprender si la presencia de dos copias de la variante APOE4 implica una predisposición genética específica hacia la demencia, los investigadores se plantearon una serie de criterios. Esto incluía verificar si la presencia de la variante en homocigosis casi siempre resultaba en la enfermedad, si la edad de inicio de los síntomas podía predecirse y si se observaban patrones predecibles de cambios clínicos y patológicos.
Para responder a estas preguntas, un equipo de investigación analizó exhaustivamente datos clínicos, patológicos y biomarcadores de más de 10.000 personas de cinco grandes cohortes multicéntricas en Europa y Estados Unidos. Entre ellos, se identificaron 519 individuos con homocigosis para APOE4, es decir, con dos copias del alelo APOE4. Además, se examinaron 3.297 cerebros de donantes, de los cuales 273 eran portadores de dos copias de APOE4, obtenidos del Centro Nacional de Coordinación del Alzheimer de EE.UU.
El estudio revela que la presencia de dos copias del alelo APOE4 está estrechamente vinculada al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, considerándose incluso una forma genética de la misma. En personas homocigotas para APOE4, se observó una alta prevalencia de patología de Alzheimer y niveles elevados de biomarcadores relacionados con la enfermedad a una edad relativamente temprana, alrededor de los 55 años. Además, a los 65 años, casi todas estas personas mostraban signos tempranos de la enfermedad.
En este contexto, el asesoramiento genético se presenta como un componente vital y de suma importancia. La evaluación del genotipo de APOE no solo proporciona una valiosa visión sobre el riesgo individual de desarrollar la enfermedad, sino que también capacita a los profesionales de la salud para diseñar estrategias preventivas y de tratamiento personalizadas. Esta información además de ser útil para el individuo en estudio, puede arrojar luz sobre los familiares en riesgo de heredar las mismas variantes, por lo que este enfoque resulta fundamental para retrasar o mitigar los síntomas del Alzheimer en personas con mayor riesgo genético.